Art Gim Karate


El karate do es un arte marcial originario de la isla de Okinawa. El karate literalmente significa "mano vacía", en tanto que do significa "camino". Este concepto está en directa conexión con los principios del budismo zen, que busca el vacío del corazón, de los deseos personales, y de la vanidad a través del perfeccionamiento del arte. Pese a ser el karate originario de Okinawa, sin lugar a dudas posee influencias chinas, las que fueron traídas por medio de embajadores, comerciantes, y navegantes desde la provincia China de Fujian.

Hacia mediados del siglo XIX, Funakoshi introdujo el karate en Japón, modernizándolo con el fin de difundirlo en el país.

Originalmente el karate no tenía categorías de identificación para los practicantes, no obstante cuando empezó a difundirse a lo largo del mundo, las escuelas empezaron a usar los cinturones como elemento de diferenciación. Es así como hoy en día se tienen cinturones de distintos colores según el nivel del alumno: blanco, amarillo, naranja, verde, azul, marrón, y finalmente el famoso cinturón negro para los alumnos de karate más avanzados.

La filosofía del arte está contenida en la máxima del maestro Gichin Funakoshi quien afirmó: Karate ni sente nashi, que significa que en el karate no existe un primer ataque, entendiéndose que un practicante de Karate nunca debe albergar, mostrar una actitud arrogante y violenta, sino que el Karate Do se debe considerar como un medio para la evolución personal continua a través de un tipo específico de acondicionamiento físico y la adquisición de habilidades. El Karate Do, se caracteriza por procedimientos y normas de respeto y ética, debido a su desarrollo en el espíritu propio del Bushido.


El karate permanece para algunos como un sistema de defensa personal que ayuda a canalizar la agresividad de la persona a través de la gran actividad física que se realiza. Es un inmejorable método para el desarrollo físico, pues pone en juego todos los sistemas del cuerpo, fortaleciéndolos, al tiempo que favorece su funcionamiento; aunque principalmente se busca el desarrollo de la personalidad y del carácter de quien lo practica, siendo este su objetivo formativo.

La práctica consciente de esta arte marcial tradicional, tiene un impacto positivo en el bienestar psicológico de sus practicantes. Su carácter como práctica de grupo ayuda a que la gente adulta se relacione de mejor manera; a los niños que son algo tímidos les ayuda a desenvolverse y a los más inquietos les ayuda a canalizar sus emociones.